CUIDEMOS NUESTRAS SEMILLAS Y NUESTRA SALUD

¿SABÍAS QUE TU FAMILIA
ESTÁ SIENDO VICTIMA DE UN EXPERIMENTO?


EXIJE SABER LO QUE LLEVAS A TU BOCA
Estamos frente a uno de los mayores experimentos que jamás se hayan realizado, y nosotros somos los conejillos de indias. Estamos consumiendo transgénicos sin saber que pasará. Los jefes de este laboratorio esperarán evaluar en el tiempo sus efectos, y hacer cambios cuando ya el daño sea irreversible, luego de que algunos infortunados sufran las consecuencias. Mientras tanto, las empresas biotecnológicas dueñas de las semillas aumentan sus ganancias y su control, sobre la comida y la agricultura.

¿Que es un transgénico?
Es un Organismo Modificado Genéticamente (OGM), es decir un organismo vivo que ha sido creado artificialmente modificando sus genes. Esto se realiza empleando técnicas de Ingeniería Genética que consiste en aislar uno o varios genes de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal o humano) para introducirlo(s) en el patrimonio genético de otro.

A diferencia del mejoramiento genético convencional, la Ingeniería Genética crea nuevos organismos, que nunca se producirían en forma natural, generándose nuevos, impredecibles e irreversibles riesgos en la salud y en el medio ambiente.

Los mayores cultivos agrícolas en el mundo de origen transgénico son soya, maíz, canola (raps) y algodón, de los que se generan numerosos ingredientes que se emplean en nuestra alimentación:
•Soja: harina, aceites, lecitina, mono y diglicéridos, ácidos grasos, etc.
•Maíz: harina, almidón, aceite, glucosa, jarabe de glucosa, fructosa, caramelo,
sorbitol, etc.

¿Por qué evitar el consumo de transgénicos (OGM)?

Al evitar el consumo de productos cuya producción involucra daños ambientales y sociales, contribuimos activamente a mejorar nuestra calidad de vida. El consumo responsable es una herramienta fundamental para todo ciudadano que se preocupa de la salud de su familia y la degradación de nuestros recursos naturales.

Transgénicos en tu mesa
Los seres humanos hemos tardado cientos de años en seleccionar los alimentos que actualmente consumimos, y la tendencia actual demuestra que cada día aumenta nuestra preocupación por la calidad de nuestros alimentos. Pero sin saberlo estamos llevando diariamente a nuestra mesa una gran cantidad de alimentos transgénicos, pasándose a llevar de esta manera nuestro derecho a elegir libremente sobre su consumo.
Chile importa una gran cantidad de maíz desde Estados Unidos (el mayor productor de maíz transgénico), para la elaboración de productos alimenticios como el aceite. Lo mismo ocurre con la Soya que es importada desde Argentina, dónde el 90% de la producción es transgénica.

Amenazas para la salud humana

Resistencia a los antibióticos:
Muchas plantas transgénicas contienen un gen de resistencia a los antibióticos utilizados para el tratamiento medico de personas y animales.
Este gen se utiliza únicamente como una marca de la secuencia genética introducida, que permite verificar qué porcentaje de la manipulación genética ha funcionado y cuanto ha fallado.
Estos genes se mantienen en los tejidos de las plantas durante toda su vida. Si se trasmitieran a bacterias peligrosas que habitan en los intestinos de humanos y animales, es probable que estas se tornen inmunes a los antibióticos, contrarrestando los resultados de años de trabajo en la lucha por la erradicación de las enfermedades infecciosas.
Nuevas alergias: La mayoría de los alimentos transgénicos, contienen genes
completamente ajenos a nuestra alimentación, tales como genes de virus, bacterias, mariposas e incluso escorpiones. Estos elementos extraños en nuestra dieta aumentan los riesgos a presentar nuevas alergias, principalmente en los niños.

Amenazas para el medio ambiente
Nadie, ni siquiera los expertos en genética pueden prever las consecuencias a largo plazo de la introducción de nuevos genes al medio ambiente, pero ya hay algunos riegos que han sido identificados, como son la contaminación biológica, es decir la transformación de los cultivos transgénicos en malezas y supermalezas por la presencia de genes que les otorgan ventajas competitivas; la amenaza a los centros de biodiversidad agrícola mediante el traspaso de genes; la creación de nuevos virus que pueden generar o intensificar enfermedades en las plantas y los posibles efectos en la integridad de los ecosistemas y otras especies.

¿Combatir el hambre en el mundo?
El problema del hambre en el mundo no radica en la escasez de alimentos, sino en la mala distribución de estos. En la tierra se produce más de lo que la humanidad necesita, pero millones de personas no pueden acceder a ello por carecer de los medios necesarios debido a las desigualdades sociales o la imposibilidad de desplazarse a causa de un conflicto.
La realidad es que los alimentos transgénicos no son más baratos, ni más sanos, ni solucionan los grandes problemas de la humanidad. Es más, prácticamente todos los cultivos transgénicos se han desarrollado a incrementar los ingresos y el control del mercado alimenticio por las industrias agroquímicas, quienes tienen el monopolio de las semillas transgénicas y su determinado pesticida. Esto deja en una enorme desigualdad a los pequeños agricultores, quienes además corren el riego de que sus cultivos sean contaminados genéticamente.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos?
  • Consumir sólo alimentos elaborados sin transgénicos (consulta la guia verde de green peace)
  • Exigir el etiquetado de los alimentos que han sido elaborados con transgénicos, en el libro de sugerencias de cada supermercado y en las páginas de Ministerio de Salud, Agricultura y afines.
  • Escribir cartas a tus diputados, senadores y alcaldes, pidiéndoles que apliquen principios de precaución ante las leyes y reglamentos que publiquen al respecto.
  • Informarnos sobre el avance de los cultivos transgénicos en nuestro país, firmar para impedir su libre cultivo y venta para consumo interno.
  • Participar de grupos de estudio y acción ciudadana sobre soberanía alimentaria, cultivos orgánicos, etc.
  • Cultivar una huerta casera con semillas orgánicas, reproducir y cuidar las semillas…son la posibilidad de vida sana futura.

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